jueves, 4 de julio de 2013

Capítulo 15. As long as you love me

"besó mi coronilla y apoyo mi cabeza en su pecho, donde podia sentir sus latidos y su respiración."

      Es un buen chico – escucho decir a mi padre nada mas entrar en casa –
      ¿De que demonios me hablas? – pregunté extrañada, el se limito a señalar por la ventana la cual él estaba mirando. Al mirar yo por ella lo descubro. Descubro de que hablaba y una sonrisa se dibuja en mí. Justin esta allí, regresando por el camino que había hecho sin que yo me diera cuenta. Valiente imbécil, menos mal que le dije que no me acompañara. – y tanto que es un buen chico. Le dije que no hacia falta que me acompañara y mira – señale la ventana y mi padre suelta una carcajada –
      ¿Y Alex? – le pregunto al no verlo en el salón con Mus –
      Durmiendo con Mus, no se separan ni para bañarse – yo sonrío –
      Bueno papá yo también voy a dormir ¿vale?
      Vale, pero mañana tenemos que hablar. Es importante.
      He quedado con Justin para ayudarlo con un tema pero por la noche cuando venga podemos hablar
      Claro, buenas noches mi pequeña – le doy un beso en la mejilla y me dirijo escaleras arriba donde empiezo a prepárame para ir a la cama, es decir, ponerme el pijama y esas cosicas. Una vez lista me meto en la cama y el sueño me atrapa de inmediato. –
A la mañana siguiente…

Mi despertador empieza a sonar y yo no tardo en pararlo. Me levanto y me dirijo a mi pequeño pero potente altavoz, lo enciendo e inmediatamente comienza a sonar “Mirror” de Justin Timberlake. Comienzo a moverme mientras intento decidir que ropa ponerme, finalmente me decido por un vestido vaquero y unos tacones marrones. En el cuarto de baño me peino con el pelo suelto y me maquillo un poco (http://www.polyvore.com/as_love_as_you_me/set?id=82451545). Una vez lista vuelvo a mi cuarto, me siento en la cama y cojo mi móvil para hablar con Justin por wassap

Emma (11:45): Buenos días sexy Bieber
Justin (11:46): Buenos días pelirroja
Emma (11: 49): ¿Quedamos para eso?
Justin (12:00): Dame cinco minutos y te paso a recoger
Emma (12:01): Puedo ir solita a tu casa eh
Justin (12:03): Tarde, ahora te veo

Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro al leer eso, no tiene remedio.
Cojo mi móvil, mi llave y cinco euros que los guardo todo en mi pequeño bolso y luego bajo al salón donde me despido de mi padre y de Alex. Salgo fuera a esperarlo y al cabo de cinco minutos lo veo aparecer por el final de la calle. Me levanto y camino hacia el que una vez a su lado lo saludo con un beso en la mejilla y el a mi con una sonrisa
      Te vas a matar con eso – dice señalando mis tacones y yo río –
      Son bajitos – le digo y el abre los ojos –
      La ostia… - susurra e y yo río –
      ¿Vamos a tu casa? – pregunto pero el niega - ¿no?
      Vamos a un parque y me cuentas que se te a ocurrido – me dice el sonriente –
      En realidad no se me… - en ese momento un idea paso por mi mente haciendo que una bombilla se iluminara – no espera, si se me a ocurrido algo – digo parándome en seco y el me mira como esperando a que le cuente – tu lo que quieres es volver a ser el de antes ¿no? – el asintió- pues empezaremos por algo sencillo: tu madre
      ¿Mi madre? – pregunto el confuso –
      Sip, le pedirás perdón – el pareció entender y asintió con una sonrisa –
      Pues venga vamos a mi casa a por el coche

Y eso hicimos una vez en el coche pusimos la música a todo volumen y comenzamos a cantar los dos de cualquier manera. Entre risas yo le decía que se callara, vale que haya conquistado a miles de chicas con su voz pero cuando quería podía cantar realmente mal. Cada vez que me tapaba los oídos por su horrorosa voz desafinaba el me miraba “ofendido” y me decía ‘pero si yo canto de muerte’ y volvía a cantar de nuevo, cosa que provocara mi risa.
Al poco tiempo ya estábamos frente a una pequeña casa que aparentaba muy acogedora. Bajamos del coche y fuimos hasta la entrada. Justin cambiaba el peso de un pie a otro constante mente lo que le delataba y me demostraba que estaba nervioso. Le cogí la mano y le di un apretón lo que hizo que me mirase y sonriese.
Llamo al timbre y en pocos segundos una mujer de mediana edad, morena y con unos grandes ojos que os juro que enamoraban a cualquiera, abrió la puerta. Me miro a mi primero con una expresión sorprendida y después a Justin, este se limito a sonreír con una sonrisa torcida. Pattie se echó a un lado y nos dejo pasar sin decir nada, el único sonido que se escuchaba es el que producía mis tacones con las pisadas.
Nos sentamos en el sofá del salón, y el silencio con nosotros. Llevábamos allí unos cinco minutos y ninguno pronunció una palabra. Finalmente fue Pattie la que rompió aquel silencio.

      ¿Queréis tomar algo? – preguntó ella –
      Agua por favor – dijimos Justin y yo al unísono, nos miramos y sonreímos. Ella también sonrió y se dirigió camino a la cocina y en pocos segundos volvió con dos vasos de agua –
      No quiero se grosera pero… ¿Qué hacéis aquí? ¿Y juntos? ¿Estas saliendo?
      No, para nada – digo yo – Verás Pattie, su hijo quiere hablar contigo y me ha pedido que lo acompañe
      Si, veras mamá…
      Oh, ¿ahora soy mamá, no Pattie? – dijo ella cruzándose de brazos –
      Mamá por favor… - dice Justin apretando los dientes –
      Pattie, déjele hablar por favor –
      Esta bien, habla –
      Te admiro mamá, te admiro por lo fuerte que eres. Tenías mi edad cuando nací y apenas teníamos dinero y tu tenias que trabajar el doble. Pero aun así seguías hacia delate, nada te detenía. Lo hacías por ti, por mi… por nosotros. En serio no se de donde sacabas esa fuerza. Lo que quiero decir es que no se que haría si me dejaras aunque se que aunque trate como te he tratado siempre estarás ahí para mi. Gracias a ti soy la persona que soy hoy, o por lo menos que era  y lo arruiné todo. Mamá lo siento de verdad – dijo con los ojos vidriosos, yo tragué saliva y mire a Pattie que estaba casi igual que el – Quiero volver a ser el que era y Emma me va a ayudar ¿Me ayudaras tu también? – le preguntó y al ver que no contestaba insistió – Por favor…
      Oh mi niño ven aquí – le dijo mientras se levantaba y abría sus brazos, ellos se abrazaron y mis lagrimas se agolparon en mis ojos. Cuanto deseaba abrazar a mi madre. La echaba de menos. Una lagrima se deslizó sobre mi mejilla –
      Mierda – susurró Justin – No, no Emma no llores – dijo acercándose a mi y sentándose conmigo en el sofá y abrazándome – estoy aquí, se que la hechas de menos pero no llores por favor – beso mi coronilla y apoyo mi cabeza en su pecho, donde podia sentir sus latidos y su respiración. Intente igualar nuestra respiración y poco a poco me fui relajando. Cuando por fin me separo de el me doy cuenta de algo. El rimel –
      Mierda Justin te he llenado de rimel, y seguramente pareceré un payaso – le dije mientras reía un poco –

      Cariño ¿Por qué no vas a mi cuarto de baño para quitarte eso y si quieres te vuelves a pintar? – yo asentí – Segundo puerta a la izquierda del segundo piso – seguí sus instrucciones hasta que me encontraba delante de un espejo de un pequeño cuarto de baño donde me veía como tenia el alrededor del ojo negro, efectivamente parecía un payaso. Me reí yo sola en aquel cuarto de baño –

No hay comentarios:

Publicar un comentario