— Justin para, para – digo sin parar de reír – que me
voy a hacer pis – grito riendo y el rápidamente para de hacerme cosquillas pero
yo me sigo riendo y me caigo del sofá
— Ya la he
dejado tonta a la pobre – me dice mientras me mira desde el sofá mientras el también
ríe
— Eres muy malo ¿lo sabias? – digo sentándome en el sofá
y poniendo morritos –
— Algo había oído, oye ¿que tal si vamos a dar un paseíto?
– dice el después de darme un besito en la nariz –
— Estoy muy cansada – el junta las manos como si
estuvieras rezando y yo suelto una carcajada – buenoo… pero con dos condiciones
— A ver, sorpréndeme – dice el cruzándose de brazos y
mirándome-
— Que me lleves a caballito y que me compres un helado
de chocolate – le digo como una niña pequeña, el ríe-
— Acepto, anda ve a cambiarte, te espero – dice
acomodándose en el sofá mientras yo subo las escaleras y me dirijo a mi armario
escasito de ropa. Me decido por una camiseta de tirantes marrones que me
encanta, mis pantalones blancos y mis
sandalias marrones (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=86624319&.locale=es)
cuando estoy lista me recojo el pelo en una cola, me coloco mis gafas y bajo a
toda velocidad.
Una vez a bajo veo como Justin charla con mi padre.
Este último me ve pero con un gesto de manos le digo que se calle. Cojo
carrerilla y me subo a la espalda de Justin, el cual ni se inmuta, solo da un
pequeño salto y me agarra mejor.
— ¿Vamos sexy Bieber? – el ríe y se despide de mi
padre. En poco tiempo estamos en la calle bromeando y riendo- ¿Me vas a comprar
un helado? ¿Me lo compras? ¿Me lo compras? ¿Me lo compras? ¿Me lo compras? ¿Me
lo compras?
— Emma ¿ves esa fuente? – me dice señalándola, yo
asiento- pues como no te calles vas a acabar dentro
— Pero…
— Que si que te compro el helado – dice con voz cansada
y yo río-
— Eres el mejor, el mas guapo, el mas sexy, el que
mejor canta – comienzo a piropearlo mientras entramos en la heladería – el mas
encantador y...
— Deja de hacerme la pelota y dime de que lo quieres
— Chocolate, por favor y gracias – Un hombre de unos 50
años, gordito y algo canoso prepara el cucurucho de una bola de chocolate y me
lo tiende con una dulce sonrisa, yo aun subida a la espalda de Justin lo cojo –
— ¿Cuánto es? – pregunta Justin mientras saca su
cartera-
— 2.50$ - Justin le tiende el dinero y el heladero
sonríe- Hacéis una bonita pareja
— No si no… - intento explicar pero Justin me corta-
— A que si, si es que mi novia es muy hermosa- yo miro
a Justin con la boca abierta mientras que mi cara va obteniendo un tono rojizo.
¿Qué demonios dice este niño? – bueno adiós buen hombre – se despide y cuando
estamos lo suficientemente lejos le doy una colleja a la cual el responde con
una sonora carcajada-
— ¿A que ha venido eso? – pregunto mientras me bajo de
su espalda y me como el helado-
— Ha sido divertido ver tu cara – yo o miro y sonrío
traviesa-
— ¿Si? Pues mas divertido es ver tu cara ahora- el me
mira confuso y yo estampo mi helado en su cara para luego echarme a reír y
empezar a correr pero en poco tiempo ya me ha cogido y estoy entre sus brazo
mientras el me llena la cara del frío chocolate. Yo río y chillo intentando
zafarme de el sin ningún éxito-
— Pero que coño… ¿Se puede saber que pasa aquí? –
paramos y miramos en dirección de donde viene esa voz donde descubrimos a Ryan
y a Carly, esta ultima intentando ocultar la risa-
— Hola Ryan, hola Carly - digo mientras me acerco a
Carly y le doy un abrazo-
— ¿Vosotros dos? ¿Juntos? ¿Si discutir? Pero, pero,
como… No lo entiendo- yo río flojito y cojo el pañuelo que me tiende Cary para
limpiarme la cara-
— Es tan simple como decir que el me ha perdonado
— Ya era hora bro’ – dice chocando sus puños
— Mi amor tenemos que irnos, tus padres esperan- dice
Carly
— Verdad. Vamos. Adiós chicos
Después de despedirnos de la parejita seguimos
nuestro camino hacia ninguna parte. El hace que sonría, por fin tengo delante
al verdadero Justin. Por fin estoy ante el Justin que echaba de menos y eso
hace que sonría como en mucho tiempo no lo había hecho.
De repente vemos como un grupo de chicas pasan por
nuestro lado, una de ellas se para, nos mira y rápidamente se tira en los
brazos de Justin lo que hace que yo ria. Es Belieber, como sus amigas. Sonrío
orgullosa.
— ¿Nos haces una foto?- me pregunta mientras me tiende
su móvil yo asiento y les hago unas cuantas fotos-
— Muchas gracias- dice otra chica- ¿Justin puedes
firmarnos un autógrafo?
— Claro, si me das un boli o algo…
— Oh, mierda. No tenemos…
— Tranquilas yo tengo. Toma Biebs- saco de mi mochila
un rotulador y se lo doy y el les firma en la camiseta y en el brazo-
— De verdad muchas gracias- dicen las tres chicas casi
llorando- Y Justin nosotras no te abandonaremos como hicieron las demás,
nosotras sabemos que sigues siendo el mismo chico, solo que estas creciendo.
Somos beliebers hasta la muerte-
— Muchas gracias chicas- dice Justin abrazándolas una
por una y juraría que apunto de llorar… bah, serán imaginaciones mía. Después
las chicas se marchan y nosotros nos dirigimos a casa de Justin. -
— Vaya… tu casa es increíble- dije admirando su bonita
y nueva casa-
— No es nada del otro mundo- dijo el dejándose caer
sobre el sofá-
— Justin, tu cuarto de baño es mas grande que mi salón-
digo mirándolo con los brazos cruzados y una ceja levantada el ríe - ¿Puedo preguntarte
algo? – el asiente - ¿A que se refería aquella chica con lo de que habías
cambiado y te habían dejado? – el al instante se pone serio y yo temo haber
metido el dedo en la llaga-
— ¿No has visto mi twitter o las noticias en este
ultimo año?
— No mucho la verdad, evitaba entrar en twitter para no
tener que ver nada que ver contigo y con las noticias igual. En cuanto salía
una relacionaba contigo la quitaba. Me hacia daño- dije encogiéndome de
hombros.
— Bueno pues mira – me dijo sacando su móvil y entrando
en su perfil. Al enseñarme la pantalla no pude evitar abrir mis ojos del
asombro. Su seguidores habían bajado y lo más grande. Antes tenia unos 40
millones de seguidores ya hora esta prácticamente como al principio, solo tiene
15 millones-
— ¿Cómo es posible?
— Cuando… cuando pasó eso – dijo mirándome a los ojos
por lo que yo agache la mirada- cambié como ya te habrá contado Ryan. Me mude
aquí, era borde con todo el mundo, incluido mi madre, estaba a todas hora
cabreado y para olvidarme del mundo me iba de fiesta, bebía, fumaba-bueno mas
bien fumo- y si tenia la oportunidad me tiraba a alguna tía. No era yo pero era
lo que me hacia olvidarme de lo que había pasado, de ti. Y como soy famoso todo
eso tarde o temprano salió a la luz – suspiró y la voz le temblaba al hablar,
estaba apunto de llorar – desilusioné a mis belieber, las decepcione y no tuve
la manera de solucionarlo. Esta vez no. Esta vez no era un puto rumor o una tia
amargándome la vida. Esta vez era real. Muchas como ya ves se fueron pero otras
se quedaron, sin querer creer la verdad…
— Dios Justin, lo siento tanto – le dije mientras le
miraba a los ojos y pude ver que una lagrima caía de sus ojos. El corazón se me
partió en mil pedazos. Lo abracé y el lloro en mi hombro –
— Emma estoy aquí gracias a ellas, tengo esta casa
gracias a ellas y yo las decepcioné. Hice cosas que una vez dije que no las
haría nunca. Soy un mierda- dijo sollozando-
— Eh, mírame – le levante la cabeza y le obligué a que
me mirara a los ojos – no eres un mierda. Eres humano y como yo o como
cualquiera te equivocas. Si no mírame a mi, si hubiese encontrado otra forma de
que no cometieras esa estupidez ahora no estaría así. Justin, esto no es tu
culpa y si me dejas quiero intentar solucionar todo esto
— ¿Cómo?
— No lo se, ya se me ocurrirá algo. Lo siento de verdad
– el niega con la cabeza –
— Solo hiciste lo que creías, no lo sientas más. – yo
sonrío y le beso la mejilla, le limpio las lágrimas – Te quiero ¿Lo sabias? –
mi corazón empieza a latir a un ritmo demasiado rápido y una sonrisa ilumina mi
cara – ¿como no hacerlo? Sigues siendo mi mejor amigas después de todo esto – y
mi corazón para. Me quiere. Si. Pero como amiga. –
— Yo también te quiero – me levanto del sofá – es
tarde, debería irme - ¿mañana me vienes a buscar por la mañana y pensamos en
algo? – el asiente – Perfecto, cuando me levante te wassapeo –
— Te acompaño a tu casa – me dice el levantándose –
— No, tranquilo estaré bien – me dirijo a la puerta –
— Es de noche – me informa y yo sonrío –
— Justin tengo 18 años se cuidarme sola
— Esta bien, pero cualquier cosa me llamas rápido –
— Si papi – me río y beso su mejilla – gracias por
volver a mi vida – y con eso ultima me giro y me marcho en dirección a mi casa
–
No hay comentarios:
Publicar un comentario