Son mis mejores amigas, estan locas pero las quiero con locura...
En un pequeño piso de Los Ángeles, comienza a sonar un pequeño despertador. Una chica pelirroja, lo apaga de un manotazo. Ella se levanta algo malhumorada mientras murmulla cosas sin sentido.
Es lunes y, como cualquier otro adolescente, no tiene ganas de levantarse a las siete de la mañana para ir al colegio.
Con desgana coge unos vaqueros, una camiseta de mangas largas rosa palo y su sudadera gris. Comienza a ponérsela lentamente, perdida en su mundo, muy lejos de aquí. Pero algo la saca de sus pensamientos. Su madre le grita para que se de prisa.
Con un movimiento rápido se pone sus converse negras y sale corriendo hacia la cocina. Allí saluda a su madre con un beso en la mejilla y se despide de ella mientras coger una manzana. No tiene tiempo de desayunar tranquilamente. Llega tarde, otra vez.
Corre como si le fuera la vida en ello y en pocos minutos llega a la entrada de su instituto. Mira la hora, menos cinco. Se ha salvado por los pelos.
Se adentra en ese mar de chicos y chicas con las hormonas revueltas y a los pocos segundos llega a su taquilla, donde la espera dos chicas de estatura media. Una es morena y la otra rubia. La morena tiene los ojos marrones y la rubia azules, ambas se pelean por un chupa chups.
Emma se ríe para sus adentros, sus amigas son así, con un alma infantil. Nunca cambiaran y a ella le gusta eso.
-Hola chochetes- dice la pelirroja saludando a sus dos amigas-
-¡Emma, dile que me de el chupa chups! – Se queja la rubia-
-¡No! ¡Lo he comprado yo! – Se le grita la morena y Emma ríe-
-¿Todas las mañanas tenemos que pasar por lo mismo? – Pregunta ella-
-Hombre, si tuviese el detallito de traerme uno a mi pues no me quejaría – contesta la rubia-
-¿Y porque no te compras uno tu al venir? – Pregunta la morena que quiere comerse su caramelo tranquila-
-Pues porque, porque… No se – termina diciendo nuestra rubita a lo que Emma responde con una carcajada-
-Sois de lo que no hay – Dice esta- Anda vamos a clase – Dice mientras coge su libro de mates de la taquilla y la cierra-
-Pfff, mates, no quiero – Se queja la morena mientras camina hacia el aula junto con la rubia. Las dos comienzan a hablar mientras la pelirroja las escucha y la verdad es que no se entera de gran cosa ya que se están interrumpiendo cada dos por tres, lo que hace que esta sonría.
Exacto esas dos locas, son sus dos mejores amigas. Anna, la rubia, y Noe, la morena, se llevan la mayor parte del tiempo peleándose pero se quieren con locura.
Las tres llevan juntas desde que apenas tienen memoria. Lo han hecho todo juntas y así seguirán haciéndolo durante mucho tiempo.
-¿Emma te has enterado de que tu canadiense viene a Los Ángeles? – le pregunta Anna y esta la mira sorprendido. No se había enterado y eso que esta todo el día mirando noticias suyas. Niega con la cabeza.
-¡Que no te has enterado! ¡Que fuerte! – grita Noe-
-¿Cuándo?
-Este mediodía llega- le responde la rubia-
-Tengo que ir a verlo como sea – dice nuestra pelirroja. Esto hace reír a las dos amigas. No cambiará, lleva siendo belieber durante cuatro años y no dejara de serlo. Eso es lo que la deferencia de sus dos amigas. Emma ama con locura a Justin Bieber mientras que Anna y Noe lo odian, bueno no lo odian, solo que no comparten el mismo sentimiento.
-Si quieres cuando termine el insti, te acerco a casa y luego te dejo en el hotel – le propone la morena-
-¡Si! ¡Gracias, gracias, gracias! – las dos amigas ríen ante el entusiasmo que muestra pero que le va a hacer, es Justin Bieber, Kidrauhl, alguien al que le debe mucho.
Mientras tanto…
Un chico de unos 19 años más o menos entra en un hotel demasiado lujoso para cualquier adolescente pero él se lo puede permitir.
Centenares de chicas gritan y lloran sin creerse que su ídolo acaba de pasar por delante de ellas.
El vuelve a salir del hotel y se hace algunas fotos con unas chicas, les firma un autógrafo a otras y a las demás le dedica una sonrisa seguida de un “lo siento por no poder estar con todas”. Se vuelve hacia dentro del hotel donde lo esperan un hombre negro grandote y una mujer de baja estatura. Kenny y su madre.
Él abraza a su madre una vez más, llevaba mucho tiempo sin verla y volver a Los Ángeles le vendrá bien. Está harto de los paparazzi, siempre metiéndose en su vida. Pero el eligió esto y no le queda más remedio que aguantarlo, lo tiene que hacer por sus beliebers. Porque gracias a ellas el puede vivir ahora su sueño.
Se dirige a la última planta, y se encierra en su cuarto. Ha hecho un largo viaje y ahora lo que necesita es descansar un ratito. Solo dormirá hasta el mediodía luego saldrá a comer. Se prepara la alarma y se hecha en la cama. Lentamente sus ojos se van cerrando y cae en un profundo sueño.
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Bueno aquí tenéis el primer capítulo, no es gran cosa pero para empezar esta bien ¿no?
Bueno espero que os guste y que me comentéis algo mas que un simple siguiente.
Se os quiere!
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